La masificación de los automóviles a inicios del siglo XX y la creación de infraestructura para su uso son hechos que terminaron por modificar el paisaje de las ciudades y la vida de sus habitantes.
Si bien desde antes de la irrupción de los autos el lugar para las relaciones sociales eran las calles, hoy en día lo siguen siendo, pero de una manera algo condicionada al tránsito.
Frente a esto, es interesante conocer lo que plantea Project for Public Spaces (PPS) en su investigación “Calles como lugares: Usando las calles para reconstruir las comunidades”, sobre la que te contamos a continuación.
En este estudio, la organización estadounidense parte de la base que para restaurar la vida comunitaria en las calles, es esencial liberarlas de la dominación de los vehículos con motor e intervenirlas mediante un enfoque integral. En este sentido, PPS sostiene que las calles deben adoptar elementos que caractericen cómo es una comunidad, cuáles son sus necesidades y aspiraciones.
Para esto, elaboró los siguientes cuatro puntos en los que entrega consejos sobre cómo hacer que las calles se transformen en lugares en donde las personas quieran pasar parte de su tiempo.
1. Espacios y atractivos
Las veredas no solo hacen posible que lleguemos a nuestros destinos, sino que también cumplen una importante función social, en donde es posible encontrarse con un conocido o que se creen momentos para conocer a nuevas personas.
No obstante, es común que estos espacios no tengan un diseño adecuado y que, por lo mismo, compliquen los desplazamientos. Para evitar esta situación, lo ideal es que las veredas lleven hasta los destinos y que realmente sirvan para conectar con estos lugares.
Asimismo, lo ideal es que en las veredas hayan ciertos atractivos, como obras de arte público, ya que se ha demostrado que son capaces de expresar el espíritu de un lugar y de fomentar la interacción entre las personas. También se propone que se instalen flores, debido a que sirven como un primer paso para iniciar un cambio de revitalización mayor.
Una tercera idea es contar con lugares para sentarse y que se conecten con espacios atractivos visualmente. Finalmente, una idea es que las calles cuenten con signos, ya que así la gente va a confiar en que podrá ser guiada hasta sus destinos de una manera fácil de entender.
2. Celebraciones, espectáculos y reuniones
Desde siempre, las fiestas típicas locales o nacionales se desarrollan en las calles o en los parques. Este espíritu de celebración es lo que se debe incentivar en las ciudades como una manera de traer de vuelta a los espacios públicos a un mayor número de personas y así lograr que se conecten en torno a las tradiciones comunes. Incluso, de esta manera es posible crear un sentido de orgullo y pertenencia, de acuerdo a lo planteado por PPS.
3. Administración y Mantenimiento
Entre los elementos básicos que deben estar presentes en un espacio público se encuentran la limpieza y la mantención, ya que a través de éstos se pueden dar a conocer otras características del lugar, como por ejemplo, sobre la seguridad.
Sin embargo, no solo estos elementos son primordiales para la buena gestión de un lugar, ya que también se debe considerar la entretención a través de los eventos que se pueden hacer en un lugar y que atraigan interés de las personas para visitar el lugar.
4. Participación de las comunidades
Es muy común que cuando se inaugura un nuevo espacio público o se entrega tras una remodelación, exista la inseguridad de que al poco tiempo va a estar descuidado.
Sin embargo, PPS cree que si se se involucra a las comunidades en su cuidado, se genera un sentido de propiedad que incentiva a las personas a desarrollar actividades de mantenimiento. De esta manera, se hace posible que los ciudadanos tengan la confianza para controlar sus destinos.
El estudio de PPS se puede descargar desde acá.
Este artículo fue inicialmente publicado en Plataforma Urbana.